domingo, 8 de enero de 2012

LAS GUERRAS MÉDICAS

    Las Guerras Médicas son dos guerras que tuvieron lugar entre el imperio persa (agresor) y una confederación de ciudades-estado griegas. Acabaron con la derrota persa.

Primera Guerra Médica
  
    Las Guerras Médicas comenzaron cuando las colonias griegas de Asia Menor fueron obligadas a pagar tributo al imperio persa para conservar su independencia. Tras un tiempo, la situación se volvió insostenible y, las colonias, encabezadas por Mileto y apoyadas por Atenas, tomaron Sardes. La reacción de los persas no se hizo esperar y lanzaron una invasión. Además reclamaron la rendición incondicional de Atenas y Esparta (ciudades que lideraban a los griegos) porque eran las ciudades más fuertes. Ante la negativa de éstas, los persas lanzaron un ataque por mar. Tomaron las Islas Cícladas y de Eubea y después desembarcaron en el Ática. Atenienses y persas se enfrentaron en la llanura de Maratón. El estrategos (general en jefe) Milcíades derrotó a los persas. En la batalla éstos perdieron más de 6000 soldados mientras que los atenienses perdieron menos de 200.
    Una leyenda dice que Milicíades envió a un mensajero que, tras recorrer 42 kilómetros y anunciar la victoria, se desplomó y murió.
  
Segunda Guerra Médica
  
    Tras la muerte de Darío, su hijo Jerjes sucedió a su padre como Rey del imperio persa. Al igual que su padre, inició una invasión contra Grecia. Las ciudades-estado griegas reunidas en el Consejo de Corintio decidieron enfrentarse al invasor. La defensa por tierra estaría al cargo de los espartanos liderados por su rey Leónidas que con 5000 hombres partió al encuentro del ejército invasor. Los griegos decidieron presentar batalla en el Desfiladero de las Termópilas. Los persas lanzaron varios ataques menores, pero fueron rechazados. Finalmente un traidor avisó a los persas de un paso no vigilado por los griegos. Ante esto, los persas lanzaron un ataque masivo contra los griegos. Leónidas, sabiéndose derrotado, ordenó al resto de ejércitos griegos la retirada y, al frente de 300 hoplitas, se preparó para defender el paso. Tras resistir heroicamente en el lugar Leónidas y sus 300 hombres fueron aniquilados.
   Los persas avanzaron y saquearon Atenas. La flota griega cerca de Salamina atacó a la persa. Aunque los persas tenían más naves, no pudieron maniobrar y sufrieron una gran derrota. Jerjes volvió a su reino y dejó, en Tesalia, un ejército al mando de Mardonio.
   Finalmente en la batalla de Platea 479 a.C. el espartano Pausanias derrotó a Mardonio y la flota griega derrotó a la persa en Micala.

Tercera Guerra Médica
   
   Los griegos se unieron en la Confederación de Delos y decidieron seguir la guerra contra los persas, aunque Esparta se retiró. Cimón fue elegido jefe del ejército de la confederación y atacó a los persas en Tracia. Después se dirigió a Asia Menor y los derrotó.
    Tras 20 años de lucha Artajerjes se vio obligado a pactar. Reconoció la independencia de las colonias griegas en Asia Menor y la soberanía marítima de los atenienses en el Egeo.

Mapa de la extensión de las Guerras Médicas
Consecuencias
  
- Tras la derrota, el imperio persa entró en una gran decadencia que concluyó con la invasión de Alejandro Magno.
- Atenas reforzó su posición respecto al resto de ciudades griegas.
- Se consiguió la independencia de las colonias griegas de Asia Menor.
- Los griegos empezaron a sentir un sentimiento de unión y nacionalismo.
- La superioridad de Atenas llega a su fin en las Guerras del Peloponeso, donde Esparta le quita el liderazgo a Atenas.
- Gracias a la victoria griega sobre los persas el mundo occidental se salvó de sucumbir ante el poderoso Imperio Persa.

Vídeos
   Aquí os pongo unos vídeos de la guerras médicas. Los dos primeros pertenecen a un documental sobre la Batalla de las Térmopilas, la más conocida de la guerra.

 Este tercer vídeo es un resumen de las Guerras Médicas.
Bibliografía
 Esta entrada ha sido realizada por David y Marco, alumnos de 1º de Bachillerato.

3 comentarios:

Laura Lamata dijo...

Gracias, David, por volver a colaborar en el blog. Esta vez, además, con uno de tus temas predilectos. Aunque ha costado, el resultado merece la pena el esfuerzo.

elena clásica dijo...

Absolutamente impresionante el recuerdo de estas guerras. El documental me ha parecido extraordinario. Me despiertan mucha antipatía los invasores, más que nunca en la superioridad númerica de la batalla las Termópilas. Por otro lado la decisión basada en su preparación y en la filosofía guerrera de los espartanos es siempre emocionante, tanto como la despedida de Leonidas a su mujer.
Solo una traición pudo contra el arrojo, esas malas artes no les darían la gloria histórica, no es así como se logra, Jerjes.

En todo caso y reconociendo esta increíble valentía de los espartanos, no es de extrañar que Helena quisiera olvidarse un poco de la impregnación bélica de su pueblo y del rubio Menelao, buscando un poco de dulzura... ¡ah, es broma, menuda figura imponente debía hacer aquel rubio Menelao al lado del pusilánime Paris!
Me fui a otra historia, en parte porque el respeto y el pálpito de los mitos y de los oráculos griegos une la historia y la literatura y hace mella en el fondo de los corazones de los valentísimos guerreros. Los presagios de la muerte habían anidado en su ánimo.

Impresiona sin duda, el arrojo de los espartanos, como se dice en la segunda parte, pues le hizo pagar un alto precio a Jerjes, y les dio una derrota moral, presagio de la siguiente, a los persas.

Cómo no saborear el agradecimiento de los griegos en forma de epitafio:

"Ve a decir a los espartanos,
extranjero que pasas por aquí,
que, obedientes a sus leyes,
aquí yacemos."

¡Y siguen invictos!

Una entrada que he disfrutado con pasión. Preciosa. Un saludo.

Laura Lamata dijo...

Muchísimas gracias, Elena, por tu comentario. Puedes imaginarte lo que cuesta arrancar un trabajo así de nuestros alumnos. Afortunadamente uno de los autores de esta entrada es un apasionado de la historia al que no le da pereza corregir y corregir hasta que la profesora (que es algo tiquismiquis) dé el trabajo por acabado.